Los momentos desesperados requieren medidas desesperadas. Descubre 4 formas en las que el cuidador Marc Lawrence se está adaptando a la vida en confinamiento.
Por Marc Lawrence, cuidador
Hace poco escribí un artículo para mi blog que describía lo que intento hacer para mantenerme con los pies en la tierra durante este periodo de crisis e incertidumbre . Con unas pocas semanas de distanciamiento social a mis espaldas y al menos otras cuatro semanas más que me quedan, he añadido algunas actividades nuevas para afrontar estos momentos..
No subestimes el efecto que un periodo prolongado de estrés puede tener en tu capacidad para pensar con claridad y comportarte de forma segura. Ser cuidador significa que no solo te debes preocupar por ti mismo, por lo que debes ser extremadamente cuidadoso. Por ejemplo, la semana pasada, estaba cociendo patatas y me fui de la cocina, me distraje con otros temas y, bueno, este fue el resultado:
Por supuesto que todos cometemos errores, pero el coste de este error (si el incidente se hubiera descontrolado) habría sido más grave ahora que en tiempos «normales». Puse a mi familia, a mí mismo y a la casa en peligro. ¡Por no mencionar que las patatas apestaban y eran incomibles!
(Me complace informar de que la olla se ha recuperado totalmente, aunque he tenido que jubilar definitivamente el estropajo que he utilizado para limpiarla).
Ahora, más que nunca, nosotros, como cuidadores, debemos encontrar formas de descansar, relajarnos y estimularnos. Me resulta especialmente difícil porque solo cuando tengo unos minutos para mí, es cuando la intensidad de esta crisis mundial me golpea. Cuando estoy ocupado, no estoy pensando tanto en eso.
«¡Quizá escriba una obra o una novela!»
«¡Quizá empiece a pintar o aprenda a tocar el piano!»
«¡Siempre he querido estudiar la historia del antiguo Egipto!» Y así sucesivamente.
Ahora es el momento de hacer una de estas cosas. Al principio, no tengas unas expectativas demasiado altas, simplemente encuentra algo en lo que puedas sumergirte y sigue adelante. Sea cual sea tu elección, asegúrate de elegir una actividad que no conlleve ningún riesgo: no empieces a hacer escalada ni te compres un juego para quemar madera. No es momento de sufrir accidentes.
Hay tesoros fabulosos disponibles en Internet en forma de cursos (muchos son ahora gratuitos), así como recursos de biblioteca a los que se puede acceder online . No te sientas culpable: aprovéchate de ello y desconecta de las noticias, del virus y del estrés durante 30 minutos. Ahora estoy haciendo cursos sobre cómo mejorar el alcance de mi redacción y otro sobre el uso de la publicidad para ayudar a algunas de las pequeñas empresas locales de mi zona a seguir vendiendo.
Todo el mundo me dice que haga ejercicio para liberar el estrés. No soy una persona especialmente activa, aunque disfruto con el tenis y el golf, que, por desgracia, debido a las medidas de distanciamiento social, no son posibles ahora. La orden de «quédate en casa» actualmente establecida donde vivo, en Estados Unidos, ha afectado muy poco a mi estilo de vida. Sin embargo, mi mujer no ha podido acudir a sus sesiones de fisioterapia ni tener la visita del terapeuta a domicilio durante las últimas tres semanas.
Se trata de un problema grave sin un fin a la vista.
He comprado el mismo tipo de aparato reclinado de entrenamiento que mi mujer utilizaría en la clínica. No era barato, ni fue fácil montarlo, pero ahora puedo asegurarme de que hace ejercicio aeróbico y, quién sabe, ¡quizá yo también lo haga! Los momentos desesperados requieren medidas desesperadas, así que, con la salud de mi mujer en riesgo, el gasto (y un poco de esfuerzo adicional) merece absolutamente la pena.
Si estás en tus cuarenta, es muy probable que te sientas más cómodo con Facebook y Twitter como puntos de entrada a las redes sociales. Lamentablemente, ambos están invadidos de noticias de la pandemia mundial, la agitación política y otras muchas cosas.
Gracias a mi hija de 12 años, he descubierto el mundo “alternativo” de las redes sociales en las que los pajarillos vuelan sobre el arcoíris. YouTube ofrece innumerables horas de entretenimiento (quiero decir que es imposible contarlas). Incluye vídeos que en el pasado me hubiera sentido culpable de ver, pensando: «¿por qué malgasto mi tiempo con esto?». O hubiera regañado a mi hija diciéndole «se te va a pudrir el cerebro». Pero ahora, los disfruto enormemente.
Te recomiendo encarecidamente que encuentres un orientador para ayudarte a navegar en este ámbito de las redes sociales, preferiblemente un preadolescente o adolescente que te ayude a evitar la auténtica basura que hay en RR.SS., para que puedas disfrutar de la increíble creatividad y energía que YouTube puede ofrecer.
Instagram y TikTok son un poco menos intimidantes, aunque no tan simples de usar. En estas redes sociales, puedes rodearte de personas a las que admiras, que te motivan y te levantan el ánimo, que te hacen reír y que te recuerdan que el mundo sigue estando lleno de creatividad, empatía y humor.
Mi hija está cansada de oírme decir lo asombrado que estoy con el talento de una persona y de las locuras que están dispuestos a hacer para convertirse en famosos en uno de estos canales. El aspecto de entretenimiento junto con un importante componente educativo convierte este tipo de universo de redes sociales en mi lugar favorito al que escapar mientras mantengo el distanciamiento social.
Mantenga la distancia de seguridad y manténgase seguro.
Teva Pharmaceuticals ha pagado por sus contribuciones a las personas que han escrito y creado el contenido y cuyas imágenes aparecen en este artículo. Este contenido representa las opiniones del colaborador y no refleja necesariamente las de Teva Pharmaceuticals. Asimismo, Teva Pharmaceuticals no revisa, controla, influye ni respalda ningún contenido relacionado con los sitios web o las redes sociales del colaborador. Este contenido tiene fines informativos y educativos, y no debe considerarse asesoramiento o recomendaciones médicas. Consulte a un profesional médico cualificado para el diagnóstico y antes de comenzar o cambiar cualquier régimen de tratamiento.